Que las encuestas aciertan sólo relativamente y a veces, poco…, es una verdad a medias que depende de quién las haga, para qué cliente y cómo las haga. Por ejemplo, el último barómetro del CIS parece haber decepcionado a los simpatizantes del PP y haber entusiasmado a los del PSOE que ven la victoria electoral al alcance de la mano.
Sin embargo, hay un ligero o gran embeleco. Las preguntas y respuestas formuladas abordan la celebración de unas elecciones generales a día de hoy, no por la verdadera cita del próximo 7 de junio, exclusivamente europea. Es decir, a los encuestados no se les ha cuestionado por la orientación de su voto para dentro de un mes, ni la valoración de ninguno de los candidatos que verdaderamente concurren al 7-J, llámense Juan Fernando López Aguilar o Jaime Mayor Oreja.
Hay que remontarse a 1994 para encontrar una encuesta del CIS donde verdaderamente se les interrogara a los españoles por el sentido del voto para unas europeas. En las encuestas de aquella ocasión –eran los tiempos de Felipe González– el PP aventajaba en más de 3 puntos a los socialistas y el candidato socialista, Fernando Morán, aparecía como el político mejor valorado. Un mes después, los socialistas se estrellaron y quedaron a más de diez puntos por debajo de los populares.
Zapatero supera en impopularidad a González
Varios son los elementos del barómetro del CIS de aquellas vísperas electorales de 1994 que convienen ser tenidos en cuenta años después. Felipe González alcanzó su mayor cuota de impopularidad con una nota del 4,52. Tres lustros después, Rodríguez Zapatero rebasa aún más la peor puntuación del ex presidente socialista y consigue un 4,43.
Que Mariano Rajoy todavía esté por detrás de Zapatero en la encuesta del CIS no es tan determinante si se tiene en cuenta que en 1994, el candidato a las europeas del PP, Abel Matutes (4,51), era el penúltimo de la lista y aún así sacó los diez puntos de diferencia antes mencionados y la primera victoria del PP en la historia de la democracia.
Esa fue la última ocasión que se les preguntó a los españoles por su intención de voto para unas elecciones europeas. Aunque sociólogos y técnicos del CIS manejan esos datos, prefieren no hacerlos públicos porque la manifestación del voto de castigo puede distorsionar la fotografía política actual.
¿Cuál es entonces la intencionalidad del último barómetro del CIS? La factoría Blasco, el equipo estratega de campaña que dirige el conseller valenciano, Rafael Blasco, lo resume en lo que se conoce como el ‘efecto vagón’, que “persigue tratar de arrastrar a los tuyos y evitar que los adversarios cojan el tren, desanimándolos, pues la movilización del voto corre a favor del PP”.
Dicho efecto parece haberse conseguido después de escuchar la mayoría de críticas vertidas en las últimas horas por diferentes analistas políticos, dirigidas a la falta de liderazgo de Mariano Rajoy, incapaz de abrir brecha con el PSOE.
Sondeos del último mes
Si examinamos las últimas encuestas aparecidas durante el último mes en diferentes medios de comunicación, aparte de la de esta semana del CIS, nos encontramos que El Mundo y Público coincidieron en sus conclusiones respecto a las europeas con una ventaja a favor del PP sobre el PSOE de más de 4 puntos.
Por el contrario, la aparecida en El País hace escasos días le daba una victoria pírrica al PP sobre el PSOE de algo más de un punto. ¿Dónde radica la diferencia?.. En que el diario de Prisa cuestionaba, al igual que el CIS, unas elecciones generales y no las europeas, un matiz importante que ha de ser tenido en consideración.
Algunas de las personas consultadas afirman que la encuesta de Metra Seis para El País y la del CIS son muy similares en el fondo, “sólo que el CIS le ha asignado al PSOE sus valores medios máximos y al PP sus valores medios mínimos. Si a esas cifras se le suma el margen de error, nos encontramos con que podría haber diferencias de hasta cuatro puntos a favor del PP”.
Sin embargo, las encuestas del CIS en vísperas electorales europeas no han acertado nada en los últimos quince años. En 1994 anunció una ventaja para el PP de cuatro puntos sobre el PSOE que luego se extendió hasta llegar a los 10 puntos de distancia. En las proximidades de las de 1999, el CIS le daba al PP más de cinco puntos de ventaja y luego sólo fueron cuatro, y hace cinco años con un incipiente Rodríguez Zapatero, el CIS vaticinó más de diez puntos a favor del PSOE y finalmente fueron sólo tres.
¿Qué es lo que puede pasar en un mes? Allí nos encontraremos con la verdadera encuesta y de la que podemos extraer una conclusión evidente a tenor de los parámetros de la última década…, las elecciones europeas siempre castigan al partido en el poder.