El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, se dirigió el pasado jueves a los países de la UE para agradecer su posición respecto a la guerra de Rusia en Ucrania y no desperdició ni un segundo para lanzar a cada dirigente lo que pensaba de él. Los medios ‘progres’ se han recreado con lo que le dijo a Viktor Orban que, si bien recibió un minuto de su discurso, tampoco dejó en buen lugar ni a Francia, ni a Alemania, ni a España. Con los dos primeros fue crítico por su actitud en los momentos iniciales de las tensiones entre Rusia y el resto de los países occidentales, pero respecto a España le dijo a Pedro Sánchez que todavía no habían encontrado un terreno común. Nada que ver con los parabienes y elogios dirigidos a otros países de la Unión Europea.
¿Y qué significa que todavía el gobierno de Zelensky no ha encontrado un terreno común con el gobierno de España? Pues básicamente, que las contradicciones dentro del gobierno socialcomunista, los vínculos con lo peor de las dictaduras comunistas hispanoamericanas y la ausencia de una política exterior de Estado, no la política que le conviene al ‘ministrillo’ de Exteriores o a ‘Napoleoncito’ Sánchez, indignan al presidente ucraniano.
Las cifras de la ONU hablan de casi 1.000 víctimas civiles muertas en la Guerra de Ucrania. Los números aportados por el gobierno ucraniano, sabedor de que realmente son datos estremecedores, sitúan el dato de los civiles muertos en menos de 5.000. Sin embargo, por los datos que manejamos de las víctimas acontecidas en otros conflictos y por la forma en que se están desarrollando actualmente los ataques nos hacen pronosticar que actualmente en Ucrania habrán fallecido entre 14.000 y 16.000 personas como tú o como yo.
Para llegar a este dato hay que considerar que en el estudio de los conflictos se prevé que alrededor de la mitad de las víctimas totales corresponden a civiles, personas inocentes que no estaban participando en la guerra, pero que han sido objeto de los ataques en este caso de las tropas rusas y algunos casos objeto del fuego amigo.
Los fallecidos entre las filas rusas no son esos 14.000 que los órganos de información del gobierno ucraniano han difundido. Más bien se situarían a estas alturas entre 7.000 y 8.000. A ello hay que añadir que los soldados ucranianos muertos en los combates se situarían en una cifra inferior a la de las tropas rusas, posiblemente entre 6.000-7.000.
La pobreza que se ha instalado en la sociedad ucraniana parece actualmente un daño colateral, pero la propia ONU ha previsto que dentro de unos meses el 90% de la sociedad ucraniana se encontrará en el umbral de la pobreza. Tenemos, por tanto, la obligación moral de evitar un nuevo Holodomor como el que sometió Stalin a la población ucraniana hace casi un siglo.
Las cifras de muertos de Mariupol están por ser conocidas, pero sabemos ya de sucesos dramáticos como los del teatro que servía de refugio a centenares de niños y fue masacrado por tropas rusas o el museo que hace pocos días también fue objeto de ataques cuando acogía a decenas de refugiados. Mariupol se ha convertido en un verdadero infierno para los ucranianos que allí viven y aunque la resistencia ha impedido que las tropas rusas se hagan con el control absoluto de la población, el gobierno ucraniano ha reconocido que en los próximos días será inviable mantener la contención.
Otro de los grandes dramas que se están viviendo en esta población costera del Mar de Azov, según su alcalde, es que Rusia ha emprendido la deportación de miles de sus lugareños al interior de Rusia, práctica muy propia de los tiempos de Stalin cuando se quería someter y dominar a una población. Se reemplazaba a los que allí vivían con otros procedentes de otras regiones.
Járkov, segunda ciudad del país, concentra a estas horas presumiblemente el segundo mayor registro de víctimas civiles del país. Los efectos de las bombas rusas han sido vistos por casi todos nosotros en una imagen verdaderamente desolada de la población.
En Kiev, finalmente, es donde hay que destacar que se están produciendo el mayor número de bajas por parte de las tropas rusas pues ha sido el punto donde se han concentrado mayor número de efectivos militares y donde la contraofensiva ucraniana no sólo los ha detenido, sino que incluso en la parte norte los ha retrocedido.
Las pérdidas militares, entre muertos y heridos, alcanzan más del 20% de las tropas desplegadas por Putin en la frontera con Ucrania. Todo ello ha provocado que se haya tenido que incorporar al campo de batalla nuevos efectivos situados procedentes de los territorios autónomos cercanos a Georgia, de Armenia o mercenarios sirios.
A día de hoy, la Guerra de Ucrania supone el conflicto más sangriento de los que ha protagonizado Moscú en casi 45 años, por encima de la guerra de Afganistán en 1979 o la intervención en Georgia en 2008. Todo ello ha acrecentado la desmoralización de los soldados rusos, pero también nos debe hacer reflexionar a todos, como ya vimos en Afganistán o Irak, que las guerras ya no se ganan en el campo de batalla.
Ucrania afirma haber matado más de 10.000 soldados rusos en los primeros diez días de la Guerra en Ucrania contra Rusia fruto de la invasión de las tropas rusas iniciada el pasado 24 de febrero. El creciente número de muertos podría dañar cualquier apoyo interno restante de Vladimir Putin para sus esfuerzos en Ucrania. La falta de suministros, la desorganización del ejército ruso y otros problemas logísticos ponen en aprietos la estrategia inicial del presidente ruso.
Toda la información de Rusia-Ucrania última hora. La Guerra de Ucrania con Rusia iniciada por Vladimir Putin con especiales ataques en Kiev no sólo tendrá consecuencias en el ámbito nacional de Ucrania, sino que tiene unas repercusiones gravísimas en el orden internacional. El mundo parece abocarse a una era de desorden global y conflictos que conduce a la pregunta inevitable de si estamos en el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Hola, mi nombre es Jorge Mestre. Soy profesor universitario de Relaciones Internacionales, periodista y analista de política exterior. Este es mi blog, donde subo mis artículos y cosas interesantes que leo o veo. No te pierdas mis novedades.