Censura de la exposición censurada

Las consecuencias de la censura a la exposición fotográfica de Valencia no paran de sucederse. Después del aluvión de críticas de todo el fin de semana, Román de la Calle, el director del museo en discordia, ha presentado su dimisión.

El hecho de que estas fotos no le hayan gustado a los políticos del PP valenciano con Alfonso Rús al frente por la presencia de fotos del caso Gürtel le ha dado más publicidad a la mencionada exposición que la que tenía hasta la pasada semana.

Diariocrítico de la Comunitat Valenciana tenía en la muestra representación a través de dos instántaneas de nuestro fotógrafo, Xaume Olleros y, por tanto, me solidarizo completamente con él y con el resto de compañeros censurados, si bien conviene aclarar que el criterio de selección de los temas más importantes de 2009 me ha sorprendido pues de algunos hechos ocurridos en el pasado año y de gran trascendencia no había fotografía alguna. ¿Ha habido censura en la exposición censurada?

Es el caso del alcalde socialista de Elche y número dos del PSPV, Alejandro Soler, quien fue precisamente noticia el pasado año por su imputación en un supuesto caso de desvío de fondos municipales al PSOE y de cuya comparecencia ante la Audiencia Provincial no había ningún rastro en la exposición retirada.

Pero lo más llamativo es que haya sido ahora el propio Soler quien esté encantado de acoger en sus instalaciones culturales ilicitanas dicha exposición. Quedará siempre como una incógnita saber si hubiese actuado igual de haberse encontrado con una imagen suya entrando por las puertas del juzgado de Alicante.

La censura es la principal amenaza a la que nos podemos enfrentar cualquier profesional de la información, pero considero una equivocación permitir que nuestro trabajo se convierta en un juguete para los políticos y la lucha partidista, pues eso nos convierte en “carne de cañón” para el beneficio de algunos.

Cacicada la hecha por la Diputación de Valencia, interesada la reacción socialista y turbia la selección para una exposición de un colectivo profesional sin filias políticas… teóricamente.

Este hecho contrasta con los Premios Periodísticos de la Comunitat Valenciana, impulsados por el CSI-CSIF, y recayente entre otros a mi amigo y colaborador, José Luis Torró, por su buen hacer periodístico en toda su trayectoria profesional.

Lo que me gustó de esos premios entregados el pasado jueves, además de que el jurado estaba compuesto por periodistas de muchos medios de comunicación, es que al evento asistimos cientos de periodistas en un marco donde no había políticos, voceros, ni otras fuentes de información acostumbradas a intoxicar con sus parciales aportaciones. Puede parecer llamativo pero en Valencia no es habitual encontrarte con el resto de compañeros sin algún político por medio. Por eso pienso que a más de uno no le gustarán futuras ediciones.