La activista Aminatu Haidar le ha dicho al gobierno español que no está dispuesta a transigir en una cuestión elemental como la de volver a su tierra mediante la nacionalización española. Y es que lo que el gobierno quería aparentar como un problema administrativo y burocrático, se ha convertido nuevamente en un problema político que ha encendido los ánimos de algunos de los resortes con que Zapatero siempre ha contado, como son los actores y artistas hambrientos de pancartas y soflamas contra el gobierno. Pero esta vez no fueron ni contra Aznar, ni contra Bush, sino contra Zapatero y Moratinos.

A gritos de “Marruecos culpable, España responsable” y la exigencia de la dimisión de Moratinos, Almodóvar, Bardem madre, y otros tantos, bien conocidos como “los de la ceja” mostraron este domingo su enfado ante las incoherencias, tropiezos e ineptitud de la administración socialista para resolver los problemas de cada día.

La cuestión saharaui siempre fue defendida por la izquierda española, por los gobiernos de Felipe González y por el PSOE durante veinte años. Pero fue llegar Zapatero que ya se había reunido anteriormente con el déspota de Mohammed VI y el credo socialista hacia el Sáhara dio un giro de 360 grados. Algo similar a lo ocurrido con los EE UU, pero con la gran diferencia es que allí hay democracia y en Marruecos hay un sultán de quien el Gobierno español se ha convertido en rehén.

Con un problema tan cercano y candente no sirven los formalismos, escurrir el bulto y lavarse las manos, obviando una situación que afecta a miles de ciudadanos y que se traslada a nuestro país en forma de inmigración ilegal y crisis fronterizas.

Moratinos y Zapatero vuelven a defraudar a quienes se revuelven ahora contra ellos, a aquellos junto a quienes se manifestaban por el Prestige o por la guerra de Irak…, y es que las contradicciones no tardan en aflorar entre quienes basan su oposición tras una pancarta y ostentan después el poder.