El lago Victoria, un lavadero de coches
Uno de los aspectos que dejé pendiente la semana pasada cuando me referí a la pedagogía política en este país, es la necesidad imperiosa de sensibilizar a sus gentes con una conciencia volcada con el respeto al medio ambiente. Por ejemplo, Kenia sólo conserva actualmente el 3% de la masa forestal que tenía hace un siglo.
Además de ello, resulta insoportable pasear por las calles y tener que tragarte el humo de los “matatu” (autobuses), camiones y demás vehículos, que cada vez que te los encuentras de frente o paralelos a ti, siembran una nube de humo que borra la visibilidad por dos segundos. Este fin de semana, durante mi visita al Lago Victoria, no daba crédito a lo que veía, decenas de vehículos, autobuses y camiones arrimados a la orilla del lago no como animales que se acercan al abrevadero, sino para someterse a la limpieza correspondiente de la carrocería.
Es verdad que los países más industrializados son los responsables máximos de las emisiones de gases invernadero, pero no dejemos de lado a lo que ocurre en el Tercer Mundo. En estos países hay un descontrol y anarquía de todo lo que se refiere al medio ambiente. Cualquiera o casi cualquiera puede hacer lo que quiere porque nadie se lo va impedir. En España nos llevamos las manos a la cabeza con la construcción de casas en la costa o en ciertos lugares. Pues el caso de Kenia sería también caso de estudio si quisiéramos analizarlo. En los highlands de Kisii, las viviendas se levantan a su albedrío por donde se les ha antojado a sus moradores. El turismo, una de las fuentes principales de ingresos de la economía de Kenia tiene los mismos problemas. Este país necesita mayor concienciación y de respeto hacia sus recursos.
Países, como en el que me encuentro, antes de extender y crear sus industrias tendrían que asumir que hay cosas que no son aceptables, como la experiencia vivida este lunes, la quema indiscriminada de las basuras y desperdicios, y para más inri, en los núcleos urbanos.
Leave a Comment