Kindle frente al iPad
Creo que intentar comparar el Kindle con el iPad resulta muy parecido a hacer lo mismo entre una cámara digital compacta y la de cualquier teléfono móvil. Y digo esto porque aunque haya quienes mediáticamente buscan un ganador en el largo plazo, pienso que la brecha que separa a ambos dispositivos, por encima de las diferencias técnicas, es que los dos están hechos para fanáticos, pero mientras el primero lo es para los fanáticos de Apple, el segundo lo es para los de la lectura, que son en número muchos más que los primeros.
No tengo ninguna intención de hacerme con un iPad, si bien tengo el Kindle DX US, porque con mi portátil, mi notebook y mi dispositivo de Amazon, voy sobrado. Pero no es esa la única razón. Hay más y a continuación las mencionaré.
El iPad es un producto al que hay que felicitar por su extraordinaria campaña de marketing. Apple no lo podía haber hecho mejor. Ha creado la necesidad en un producto que tiene auténticas carencias, todas ellas conocidas, como que no es multitarea (no puedes escuchar música al mismo tiempo que navegas por Internet); no cuenta con cámara; no soporta flash; no dispone de puertos USB; tampoco tiene salida HDMI, etc.
Sí que es verdad que el iPad permite más opciones frente al Kindle que tiene una función básica, la de facilitar la lectura de libros electrónicos. Por ello ha habido algunas voces que alertan de que el lector de Amazon podría correr la misma suerte que corrieron las máquinas de escribir, debido precisamente a esa única utilidad.
Pero bajo mi punto de vista el Kindle es más que un hardware. El Kindle es también un entorno para leer sus libros.Así, Amazon facilita la lectura a través de su aplicación desarrollada en los últimos meses para PC, Mac, iPad, Blackberry, Androide y iPhone. Es decir, que a Amazon no le interesa tanto decir que ha vendido 3,3 millones de dispositivos en los últimos cinco meses como destacar que por cada libro de papel vendido, la gente compra casi dos libros en versión Kindle.
Por tanto, el Kindle es más revolucionario que el iPad. De hecho, Apple no ha conseguido con el iPad el mismo efecto que logró con el iPod o el iPhone, me refiero a poner patas arriba la industria musical con iTunes.
Amazon sí que lo ha hecho con la industria editorial. La libería Kindle permite actualmente comprar 630.000 títulos, mientras que la iBookstore de Apple no alcanza la mitad. Si tenemos en cuenta que la empresa de Jeff Bezos ofrece más de medio millón de libros, incluyendo best sellers, por unos 8 euros (9,99 $), se puede entender que la experiencia de la lectura resulte más atractiva con el Kindle que en el iPad.
Amazon no ofrece pues un dispositivo totalmente dedicado a la lectura, sino que tiene detrás una gran plataforma de comercio electrónico construida sobre el negocio de la venta de libros con una numerosa comunidad de visitantes y un sofisticado motor de recomendaciones. Y ahí juega con una gran ventaja sobre Apple.
Siguiendo con el asunto de la oferta editorial de ambos, se sigue echando en falta, una mayor presencia de títulos en español. Sería interesante analizar las causas, aunque me temo que lo que en fondo subyace es una resistencia por parte de las principales editoriales españolas a perder el control del negocio de la venta de libros, donde obtienen un buen margen en comparación a lo que les quedaría si canalizaran sus ventas a través de Kindle. Pero de todos modos, es cuestión de tiempo. Mucho me temo que acabarán cediendo y tendrán que sacar sus catálogos tanto en Kindle como en la iBookstore.
Desde un punto de vista técnico, hay quienes aseguran que el iPad supera al Kindle en haber creado un producto estéticamente más atractivo. Podría ser, pero no lo veo como razón suficiente para que la gente se decante por él. Es más, los tres millones y pico de iPads vendidos son, diría yo, fruto de la fuerte campaña de marketing que le imprime Apple a sus lanzamientos, con una masa de clientes que no son consumidores tradicionales y que compran todo, o casi todo, lo que anuncia Steve Jobs.
La experiencia de leer un libro en el iPad es “pasable”, mientras que en el Kindle es “excelente”. Sin embargo, y aunque pueda parecer que Amazon tenga ahí también ventaja, hay un dato reciente que ha sobresaltado a más de uno: los cinco millones de e-books descargados en la iBookstore en sus primeros 65 días para iPad, una media de 2,5 por aparato, sugiere pensar que muchos propietarios de Kindle están adquiriendo la tableta de Apple y comenzando a cambiar una parte de sus compras de libros a la librería también de Apple.
La reacción de Amazon ha sido clara, romper precios, y sacar un dispositivo nuevo este mes. El Kindle más económico está ahora en unos 100 euros, mientras que el iPad más económico cuesta 488 euros. Las versiones 3G de ambos dispositivos también tienen diferencias sustanciales. La más barata de Kindle no llega a 150 euros, mientras que en el iPad está en 589 euros. Incluso el producto de Amazon más caro, el Kindle DX, no llega a los 300 euros.
Hace tres años, cuando Amazon sacó su primer lector de e-books, el precio superaba los 300 euros. Ese descenso vertiginoso del 300% podría explicar su estrategia de negocio, reducir márgenes con el Kindle a cambio de fortalecer su negocio de comercio electrónico de libros. De hecho, esa es la gran alternativa de Amazon frente a Apple. Quien sea exigente con la calidad de lectura, se comprará el hardware, y quien elija un libro sólo por el precio de Kindle, lo podrá disfrutar en su ordenador, en su móvil e incluso en su iPad. Y es precisamente en ese terreno donde Apple llega tarde.
[SURVEYS 3]
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