Las lecciones de un progre de caviar… vuelve Michael Moore

Tengo que reconocer que una de las razones por las que me alegré el día que George Bush abandonaba la Casa Blanca era que a partir de ese momento ciertos personajes, en Michael Moore pienso, iban a dejar de intoxicarnos con sus medias verdades o mentiras absolutas en su mirada obsesiva hacia Bush. Sin embargo, parece que a Moore no se le han acabo los argumentos contra el expresidente norteamericano. Algo similar a la obsesión que algunos aquí en España profesan también hacia Aznar.

El nuevo producto de Moore se llama «Capitalismo: una historia de amor» y no llegará a los cines hasta el próximo mes de octubre. Como se puede intuir por el título, su trabajo es una crítica al sistema capitalista y a los ricos de EE UU. Y es aquí donde el propio Moore se delata. Con los beneficios forjados por sus documentales (más de 100 millones de dólares), Moore no es una persona ni de clase pobre, ni de clase media. Su documental me parece muy hipócrita porque el propio Moore es quien se ha aprovechado del capitalismo para amasar su fortuna. Algo muy propio de los progres de caviar y donde en España son bastante conocidos porque critican cara a la galería el capitalismo, pero disfrutan haciendo negocios y llegando a ricos dentro del propio sistema. Quieren darnos lecciones de cómo los demás tenemos que administrar nuestros ingresos, mientras ellos son incapaces de ser coherentes con sus proclamas.

Ahora que Michael Moore es un multimillonario y Bush ya no está en la Casa Blanca, se le han acabado las ideas para seguir haciendo bodrios antisistema de los que se ha valido para ser un magnate. Así lo anunció recientemente. No todo es tan malo.