Hace unos meses fueron iLiad, Cooler y ahora ha sido El Corte Inglés. Después de anunciar hace un año la salida del modelo Inves Book 600, el ebook reader de El Corte Inglés ha desaparecido de las estanterías de los grandes almacenes y ni tan siquiera se puede adquirir en su tienda online. ¿Qué es lo que ha ocurrido? A mi juicio dos cosas. Que en lugar de hacer propio el refrán de “zapatero a tus zapatos”, El Corte Inglés pensó que el negocio del libro electrónico era tan sencillo como manufacturarlo y venderlo. Y por otra parte, que la batalla en este mercado se ha intensificado sobre todo a partir de la aparición del iPad (admito que no es un ebook auténtico, pero compite en el mismo mercado).
Tras la aparición del modelo de Apple los modelos menos competitivos han ido desapareciendo del mercado y creo que aún quedan algunos por afrontar su travesía del desierto si no introducen ciertas mejoras de producto y de modelo de negocio. Los modelos que sí están dispuestos a dar batalla, bien por su calidad o por su corta veteranía en el mercado, se han lanzado a una reducción despiadada de los precios, incluso por debajo de su coste en algunos casos, que también contribuye a eliminar competidores del terreno de juego.
Las bajadas de precios del Kindle por parte de Amazon (139 dólares) y Barnes & Noble con su Nook (149 dólares) han sido las más llamativas. El último anuncio ha sido el de Samsung quien irrumpe en el emergente mercado con su modelo E60. Pero aunque la multinacional coreana llega algo tarde ha tenido la inteligencia de suscribir una alianza con WHSmith y a partir de este viernes, 26 de agosto, será comercializado en el Reino Unido por 199 libras, aunque prácticamente es el doble de lo que supone adquirir el Kindle o el Nook.
La situación con la que nos encontramos es que hay dos modelos actualmente de explotación de los e-book readers. Por un lado, tenemos a empresas de tecnología como Sony, Inves, Samsung y Apple que explotan sus productos de tres maneras: primera, con su propia librería de venta de títulos como han hecho Apple y Sony; segundo, aliándose con el canal de ventas que de comercializar libros ya sabe (el caso de Samsung es un ejemplo); y finalmente, otras que sacan su gadget, pero que no saben realmente qué hacer con él, pensando que para leer PDFs y El Quijote libre de descarga es suficiente. Esto último es lo que le ha ocurrido a El Corte Inglés y al, pionero en su día, iLiad de iRex.
El otro modelo es el de los canales de venta de libros, como Amazon y Barnes & Noble que explotan muchos más títulos, más de medio millón en el caso del Kindle, y esa vieja relación que tienen con las editoriales es la que les permite obtener mayor cuota de mercado.
El anuncio del pasado mes de junio de Apple y sus 5 millones de libros descargados en la iBookstore causó no poco revuelo en el mercado. La única reacción de Amazon fue decir que ellos venden más libros electrónicos que en papel y que las ventas de Stieg Larsson para Kindle superaron el millón de copias.
Sin embargo, este mes de agosto se ha dicho que Amazon tiene una cuota de mercado real del 60% de la venta de libros electrónicos, seguido por Barnes & Noble, Sony y con el iPad bastante más por detrás, algo ciertamente normal si tenemos en cuenta que lleva apenas cinco meses en el mercado.
Yo personalmente pienso que de los modelos expuestos el único que verdaderamente ganará será el de aquel que tiene el control directo sobre las editoriales. En el caso de Amazon es lógico pensar que aunque a muchas empresas editoriales les irrite que se vendan sus eBooks por 9,99 dólares (8 euros), la empresa de Jeff Bezos tiene un dominio absoluto del canal de venta. Además hay que tener en cuenta que es Amazon quien desde el principio ha marcado el precio medio de los libros electrónicos. Esos 9,99 dólares a los que también se incorporó la iBookstore de Apple.
Al resto de empresas le queda el camino de buscar alianzas comerciales como ha hecho Samsung con WHSmith. Esa es la asignatura pendiente en España. Ahí es donde El Corte Inglés, La Casa del Libro o la Fnac deberían tener presencia verdadera porque sigue habiendo una carencia generalizada de títulos en español, y no me refiero a los poemas de Bécquer o a Lope de Vega, sino a la lista de libros más vendidos y no a 16,99 €, sino el equivalente a los 9,99 $ de EE UU. Sino lo hacen, Amazon lo hará por ellos.