Espeluznante. Mientras que la concesión de créditos a pymes y familias permanece cerrada ya varios años, no se puede decir lo mismo en los préstamos dados por una banca maltrecha a los ayuntamientos españoles donde en plena crisis económica y, concretamente en el caso de las corporaciones locales valencianas, no ha hecho más que crecer.
Desde 2008 hasta 2011 la concesión de préstamos a los consistorios valencianos aumentó en 436,8 millones de euros hasta alcanzar la escalofriante cifra de 2.969 millones de euros, lo que resulta como mínimo sonrojante si tenemos en cuenta que se ha producido en el contexto de crisis económica, la misma crisis que ha obligado al cierre de miles de empresas por la ausencia de financiación y que ha dejado en el paro a millones de ciudadanos.
Pese a que los ayuntamientos han reducido sus ingresos en más de 600 millones de euros en tres años no parece que eso haya supuesto un impedimento para obtener el maná de los bancos.
Pero es que además del agravio comparativo con empresas y familias de este castigado país, hay que destacar que las deudas contraídas por alcaldes y sus equipos de gobiernos no se cargan sobre las espaldas de los mismos, sino sobre la de los valencianos que desde el 31 de diciembre de 2011 tienen casi 437 millones de euros más a los que hacer frente vía impuestos, tasas u otros sistemas de recaudación.
Lo también llamativo y, al mismo tiempo, escandaloso son los criterios utilizados para conceder tal financiación y cuál fue el destino de la misma. Es decir, un banco nunca ayuda a un particular o empresa sin ingresos o con una caída de los mismos. Sin embargo, pese a que las administraciones locales valencianas han reducido sus ingresos entre 2008 y 2010 en más de 600 millones de euros (5.547 millones en 2010 a falta de conocer la liquidación de 2011 frente a los 6.167 millones del año 2008) no parece que ello supusiera un obstáculo para encontrar problemas de financiación desde los bancos, a diferencia de familias y pymes.
Cabría preguntarse lógicamente el objeto y los motivos de dichos préstamos por parte de las autoridades locales porque no creo que fuera para pagar a los proveedores a tenor de la inyección económica reciente del Gobierno por valor de 9.500 millones de euros incluidos en el plan de pago a proveedores que, además, supondrá a final de este año un incremento sustancial del endeudamiento financiero.
Navajas y Castell de Guadalest adeudan a los bancos casi 3.000 euros por habitante fruto de la gestión irresponsable de sus alcaldes.
Parece pues claro pues que el acoso de la deuda y la caída de ingresos padecida por miles de empresas y los consiguientes problemas de financiación no se han vivido en el caso de los gobiernos locales, y eso es algo que desde luego no ayuda a proyectar una imagen de país serio en el exterior.
Es decir, mientras que las empresas y familias tienen que salvarse ellas solas si atraviesan alguna dificultad, no ocurre lo mismo en el caso de las administraciones públicas o del sector financiero a quienes se les presta dinero una y otra vez cuando verdaderamente sus expectativas de futuro son pírricas.
Para el análisis de cifras no me detendré primero con aquellos municipios donde más se incrementaron los préstamos, sino con quienes han dejado a sus ciudadanos y a las futuras generaciones con más obligaciones de pago. ¿Cuáles son, por tanto, los ciudadanos más endeudados por la mala gestión en sus ayuntamientos?
Navajas y Castell de Guadalest encabezan esta indecorosa clasificación con 2.816,85 y 2.520,83 euros de deuda bancaria por habitante. Es decir, cada ciudadano ha de sumar a las cargas de hipotecas o préstamos personales, o las deudas de otras administraciones, cerca de 3.000 euros por los créditos facilitados por un sector financiero desprestigiado a unos dirigentes políticos locales irresponsables a quienes les resulta gratis su mala gestión y lo mal o peor que queden las cuentas municipales.
En una empresa, los administradores son responsables subsidiarios de las deudas contraídas con Hacienda y la Seguridad Social con todo su patrimonio, pero no ocurre así en el caso de las administraciones pese a la entrada en vigor reciente de la Ley de Transparencia y de la que habrá que ver posteriormente su incidencia real.
Realmente las mayores deudas per cápita no están relacionadas con el tamaño de los municipios (ver tabla). Son otras variables las que definen la cuantía de los pasivos financieros de los municipios. Por un lado, los ayuntamientos que tienen a sus habitantes más endeudados con bancos y cajas son clásicos destinos turísticos de la costa (Benidorm, Jávea, Gandia o Xilxes), están en las comarcas del Alto Mijares (aparte de la mencionada Navajas, también Montanejos y Bejís) o de la Vall d’Albaida (Torrella y Castelló de Rugat), y por supuesto, la ciudad de Valencia.
Incrementos de hasta el 4.000%
El Puig es un municipio que en 2008 estaba bastante saneado. Con sus 9.000 habitantes tenía una deuda con bancos de 14 euros por individuo en 2008, pero aquello se acabó y actualmente dicha deuda ha pasado a ser de 521,93 euros por ciudadano. En total, un incremento del 4.058%.
Del total de conjunto de municipios valencianos, en 227 el crecimiento de los préstamos ha sido superior al 100% en todo este tiempo, y sólo en 163 se ha experimentado una reducción de los mismos.
También destaca el hecho de que otras 159 poblaciones no hayan remitido información al Ministerio de Hacienda bien con los datos de 2008 o con los de 2011, tal y como exige la Ley de Estabilidad Presupuestaria, en su aplicación a las entidades locales. A fecha de hoy, desconozco si el Gobierno ha interpuesto algún tipo de sanción o ha abierto alguna inspección a aquellas corporaciones que han incumplido las obligaciones de informar transparentemente.
Dejo finalmente la gráfica de la clasificación de las poblaciones con mayor deuda a la que hacer frente con los bancos.