El Consell ultima en las últimas fechas la creación de la Policía Autonómica. Un cuerpo de seguridad independiente a los ya existentes, siguiendo el modelo de Cataluña y País Vasco.
Actualmente ya existe una denominada Policía de la Generalitat. Una unidad de la Policía Nacional con competencias exclusivamente regionales y que en los últimos años ha gozado de cierto protagonismo, impulsada por la voluntad de la conselleria de Gobernación.
La creación de otro cuerpo policial se antoja a todas luces innecesaria. A día de hoy ya existen infinidad de cuerpos: Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, etc.
Como si de una película hollywoodiense se tratase, las disputas entre cuerpos han sido frecuentes. Poco intercambio de información, obstaculización en investigaciones, atribuciones de competencias poco claras…
Crear otro cuerpo, ¿no fomentaría todos estos problemas? ¿No crearía más disputas entre cuerpos?.
Pretender la igualdad con otras comunidades autónomas, en este caso con Cataluña y el País Vasco, no pasa por la imitación. Que los modelos policiales de esas regiones funcionen más o menos correctamente no significa que también fuese a hacerlo aquí.
Además, el Consell pretende la creación de sedes específicas, además de obviamente un equipamiento, infraestructuras y logística exclusivas. O lo que es lo mismo: más dinero, más presupuesto y más gasto.
Me cuesta trabajo también entender la duplicidad de discursos en el seno del PP. La demanda de la creación del cuerpo al Ministerio de Interior en Valencia se esgrime como otra arma contra el Gobierno. Sin embargo, no es la línea que el partido sigue a nivel nacional. Una iniciativa que sólo se ha defendido desde la Comunitat y que incluso en otras regiones se ha rechazado, precisamente por los problemas ya comentados.
No obviemos que la Comunitat tiene uno de los índices de delincuencia más altos de España. Pero la solución no pasa por crear otro cuerpo policial, sino por mejorar los ya existentes, tanto en la coordinación entre ellos como su funcionamiento interno.