Salvador Navarro (Valencia, 1963) apenas lleva dos meses como presidente de los empresarios de la provincia de Valencia y parece que haya transcurrido media vida. Su intensa actividad, su carácter reivindicativo, y la claridad de cómo expone sus ideas dicen mucho de lo que va a ser su etapa al frente de la CEV, definida por una impronta personal en los tiempos más duros de la historia reciente para las empresas valencianas.
¿Cuál fue su primer cometido tras llegar a la CEV?
Tal y como me comprometí, la cooperación y la coordinación con todas las organizaciones de empresariarios.
Vivimos en unos tiempos en el que las empresan se encuentran flotando en un círculo vicioso muy difícil de salir, pues están acuciadas por la caída de la demanda interna, los conocidos problemas de financiación y la caída de los ingresos en las administraciones públicas.
¿Tienen que seguir invirtiendo las administraciones?
Está bien reducir aquello superfluo, aquello que no sea eficiente, pero hay una parte de la inversión que genera empleo y de la que no se debería prescindir.
¿Está usted, por tanto, en la línea de la misiva que la pasada semana una docena de dirigentes europeos, entre ellos Mariano Rajoy, remitió a Bruselas para pedir alternativas a los recortes?
Sín duda sí.
Es mayor drama un empresario sin empresa que un trabajador sin trabajo
No soy partidario de los rescates públicos. Las empresas no lo esperan del Estado.